Sudeció una noche; la esperaba en casa, seguro de que junto a ella todo estaría más claro. La ultima vez que nos vimos todo termino en una discusión. Las palabras que le dije y el silencio que acompaño a su mirada me hicieron darme cuenta de que estaba enamorado de una parte de ella. Es difícil enamorarse cuando ella te amenaza con una pistola y te dice que eres parte del pasado. Pero así de obstinados somos algunos. La seguí un buen momento y en eso ella se encontró con alguien, al parecer su nuevo enamorado.
Estaba un poco confundido, ahora que reviso los papeles, pero él se parecía a mí, tenía los mismo ojos y el rostro, pero había algo que no estaba bien, tenía una pequeño tic que en un principio confundí con el cansancio de quien está esperando al amor. No lo dude un momento, me dirigí a él y le dije que por qué me había quitado el amor de mi vida. Pero aquel hombre no me escuchaba. Empecé a gritar, aun así no me hacia caso. Le dije: es mejor que te quedes con ella y el me respondió que ya no quería, que solo lo hacia por molestarme. Ambos nos fuimos de aquel lugar, en direcciones opuestas. Mientras ella nos miraba sorprendida. Nunca más nos volvimos a ver; aunque creo que ahora alguien esta llamando, espero que no sea él, a fin de cuentas no sabría que decirle.
Pero ocurre algo extraño. Se nota una silueta a contraluz, el cigarro que estoy fumando ahora parece un timido reflejo del que fue. Es una noche oscura, pero eso no parece importar y tampoco como converso con la persona que esta al otro lado. Habla de cosas que solo yo sé o que creía saber. Me habla de la primera enamorada que tuve o que tuvimos, todo es confuso, se acuerda de la vez que me pelee con mi mejor amigo, conoce que libros me gustan, cual es mi película favorita. Habla de un primer libro leido, no recuerdo si de Juan Ramon Jimenez, de eso ambos no estamos muy seguros, en todo caso soy yo el que le hace dudar. Es que estas seguro, dice él, a lo que respondo con un silencio seguido de un profundo suspiro, anuncio de algo que, no sé exactamente como, va a hacer posible un encuentro, que no tanto. Hoy no puedo, responde, mientras busco insistentemente una foto. Espera, dice él, recuerdas que aquella noche su padre se fue de casa. Lo recuerdas. Estabas nervioso, esperando a que alguien te dijera que era lo que seguía. Tu timidamente tomaste un libro y te hiciste el que lo leía. Pero ella te lo quito, tenía un caracter fuerte, pero lo único fuerte fue eso, luego se comporto distinto.
Por supuesto que lo recuerdas, no te hagas. Creo que tenemos muchas cosas de las que hablar. Te parece el proximo viernes. Ah, lo olvidaba, también se que estas escribiendo unos poemas, y estoy enterado de que uno de ellos es una copia de un poema de Edson. Eso no es malo, además él tambien tomo tus palabras cuando se le declaro a Milagros, así que no tienes que sentirte mal. Aquella voz me decia todo eso, mientras un escalofrio recorría mi cuerpo. Colgue el telefono y me sente un rato, estaba haciendo algo de frio, restregue mis manos para ver si aun estaba ahí.
1 comentario:
Me parece interesante, nunca habia leido a Roberto Bolaño, pero ahora tengo un razon, y bastante fuerte, parahacerlo, de paso ahora que estoy en vacaciones de dos semanas antes del proximos semestre. Por cierto, también tengo razones para leerte a ti.
Me parevcintersante aquello que he leido, creo deducir algunas cosas de, este, tu relato; por, no dire nada, a veces tengo miedo de pecar de ridiculo.
Me gustó el relato.
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