Radio Clásica

El Club de lectura leo luego existo

El Club de lectura leo luego existo
Un sabado de aventuras en el Cusco. Foto de ¡Eps!
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jueves, 22 de octubre de 2009

Contemplando las palabras

Tal vez sea que la literatura y la realidad sean una misma o dos cosas que se contagían a cada momento, plenamente y a intervalos seguidos, mientras las aguas del Danubio siguen corriendo sobre aquel puente que nunca existió y que sirve de paso para que amigos y hermanos conversen. Se escuchan las voces y los alientos. La gente salta y encuentra un lugar nuevo. Se conversan de muchas cosas, mientras las risas y los aplausos restallan en la casa de Jean, amigo inventado que nos cuenta algo y al mismo tiempo nos crea, perdiendo la noción de quien crea a quien. En el espejo se encuentra el mar, y en la empalizada un murmullo lejano de las historias que poco a poco se nos acercan, como el aire a la luz.

viernes, 16 de octubre de 2009

Reynoso, por Octubre.



Una noticia justo por el mes, en el blog de la Editorial Eterna Cadencia, se le hace una entrevista a Oswaldo Reynoso, con motivo de la publicación de su novela En octubre no hay milagros (Ediciones El Andariego, 2009), en Argentina. La novela es sumamente intrincada y bella, con un lenguaje que a primera vista parece grosero, pero con el paso de las páginas las palabras tornan en convertirse en bellas alocuciones, mientras muestran las dudas de las personas, y además una búsqueda de un lugar en el cual comenzar o continuar la historia, la poesía esta presente a cada momento y también Oswaldo, en una calle, con los amigos o en un boite con alguien endiabladamente sensual, como diría un escritor de esa poesía clara, dura y bella.


¿Qué tiene que tener un escritor para interesar a los jóvenes?

Penetrar en el personaje a través de una estética, dejando de lado cuestiones circunstanciales. Me parece que eso es lo que interesa a los jóvenes. Desde que comencé a escribir tengo dos direcciones fundamentales: lo ético y lo estético. No puede haber ética sin estética, no puede haber estética sin ética. No hablo de moral, si no de ética. Empleando estas dos líneas con un lenguaje vivo, un lenguaje creativo, casi en un límite poético, abordo esos problemas. Y eso hace que los libros van a cumplir ya pues medio siglo y siguen siendo los más leídos en Perú.

¿Miguel –uno de los protagonistas– lo atraviesa la literatura de Dostoievski?

Es posible. Hay aspectos que me doy cuenta después de escribir, porque yo soy un sonámbulo cuando escribo. Porque no soy un escritor: soy un creador. La diferencia que establezco es que el escritor domina su forma expresiva escrita, inteligente, que puede escribir ensayo, poesía, cuento, puede escribir teatro, crónica periodística, pero no hace arte. El creador es aquel que tiene una pulsación interna y eso lo expresa a través del arte. Para mí la literatura es arte. Creo que Octavio Paz decía que un hombre inteligente y culto puede escribir un buen poema, pero no es poeta. Entonces yo hago esa diferenciación entre escritor y creador. Y yo me considero un creador.
Volviendo a las influencias de la novela, la influencia que he recibido es la de Proust en El busca del tiempo perdido. ¿Por qué? Porque en En busca del tiempo perdido hay una temática fundamental: los celos. El problema de las parejas que aparecen en la novela En busca del tiempo perdido son los celos. Me da la impresión de una gran sinfonía con un leitmotiv que de pronto toca el piano, a ese leitmotiv le da una variación los violines o los vientos. Al final todo eso hace una sinfonía. El leitmotiv de En busca del tiempo perdido son los celos. No sé si de una forma directa o indirecta, elleitmotiv de En octubre no hay milagros es el poder. El poder que se manifiesta en Don Manuel que quiere dominarlo todo, que quiere tener a su servicio todo y dentro de eso las relaciones homosexuales. La hija de Don Lucho con el otro. Y la relación diferente entre Profesor y Miguel, que es una contraparte de la relación de Don Manuel con Tito. Entonces, en cierta forma, yo he querido hacer una especie de sinfonía –claro que en el momento de escribir no me lo propuse, pero después lo he visto– por la gran influencia que tuvo en mí la lectura de Proust.

¿En esa clave hay que considerar que no es casual la homosexualidad de Don Manuel?

Claro, por la dominación del hombre. Se ha dicho muchas veces que es una novela homofóbica. Pero a mí me parece que no es una novela homofóbica, porque es un poderoso que es homosexual. Y hay homosexuales que no son poderosos, que no tienen esa línea homofóbica.

¿Fue escandalosa la salida de la novela?

Primero, cuando publiqué mi libro Los inocentes, hubo escándalo porque decían que eso no era literatura. Que literatura debía escribirse en un lenguaje estándar, con cierta figura. Y que en esos relatos yo había puesto groserías, formas que se riñen con la buena literatura. La otra crítica fue que se ponían brutalmente escenas de sexo –también aparecen en En octubre no hay milagro–. Era una época de mucha restricción, recuerdo que tanto en primaria y en secundaria las clases se detenían en el ombligo y continuaban en las rodillas (Risas). Eso causó mucha indignación en la gente. Recuerdo que un programa de televisión, un periodista me dijo “pero cómo usted, siendo profesor, no da el ejemplo, cómo ha escrito estos dos libros llenos de groserías”. Y le dije no hay ninguna grosería. Me dijo “usted es un mentiroso, cualquier persona que lea su libro va a encontrar puras groserías. Acá tengo el libro y por respeto a la gente que está viendo el programa no lo voy a leer. ¿En todo caso, para usted qué es una grosería?” Muy sencillo: en literatura no hay palabras groseras. En literatura hay palabras bien empleadas o mal empleadas. Porque literatura es el arte de la palabra. “¿Entonces qué es grosería para usted?” Para mí justicia en boca de un juez que amaña los juicios es una grosería. La palabra Dios en boca de un cura pecador que hace daño a la gente es una grosería. La palabrapatria en boca de un militar que roba al país es una grosería. Pero cuando un joven de un barrio pobre de Lima viene un amigo y le da una patada y él voltea y le dice “qué te pasa conchaetumadre”, esa no es una grosería porque le sale desde lo más hondo de su espíritu. Ese es el concepto que yo tengo de grosería. Y cortó el programa. (Risas)

martes, 6 de octubre de 2009

Vidas y desencuentros







En "El desencuentro" novela de Fernando Schwartz se cuentan sucesos de la época de la España regida por Franco. Se habla de África Anglés, una joven que es engañada por un hombre un tanto mayor y que a raíz de ello tiene una hija. Javier es sobrino de África y siente algo especial por ella. Con el paso del tiempo, Javier consigue escribir novelas y viajar por el mundo, pero aun así sigue con la duda de lo que hizo África en México. Durante un tiempo ella estuvo viviendo cerca de la playa y en constantes aventuras con un conocido torero.

El tiempo hará que Javier viva en América del Norte, junto a la hija de África Anglés, por eso ambos compartiran muchas cosas, secretos, dudas, a la vez que trataran de reconciliarse con su pasado y con ellos mismos. El descubrimiento de un cofre, por parte de Javier, en un viaje hecho a México, les dará algunas pistas de lo que era África y sobre como era que ella los quería. Es cierto que África y Javier, cada vez que se encontraban en España o en Estados Unidos, conversaban de muchos temas, pero había cosas de las cuales no hablaban, de un sentimiento, de una culpa, de un amor del pasado.

En una carta, África le cuenta muchas de estas cosas a Javier, le dice lo que siente, qué es lo que experimentó y cuales eran sus deseos, sobre lo mucho que quería a un antiguo amor y como volvio a descubrir la ilusión, al volver, nuevamente, a enamorarse. Una bella novela llena de contratiempos y de oportunidades.

viernes, 2 de octubre de 2009

La clase

Fotografia de "Entre les murs"

El jueves entre a ver una película muy buena llamada La classe o la clase. fue interesante, sobre todo por la manera en que se le hace frente al tema de la educación. El silencio del que nos habla Zuleiman, un alumno lleno de dudas, dentro de un mundo nuevo, es parte integrante del ambiente, de los sonidos y la música del film. La vida de un maestro lleno de dudas, de ganas de cambiar las cosas, nos lleva a hacernos algunas preguntas y al mismo tiempo respondernos con otras preguntas, duda inquietante del que se encuentra enfrentado a sí mismo. Los alumnos de la clase son de distintos países, algunos descienden de árabes, de africanos y de personas de Asia. La diversidad, la visión peculiar de cada alumno, sobre su realidad, hará que tengan que realizar un trabajo, sobre como se ve cada uno y qué es lo que desea, esto a partir de una lectura de "El diario de Ana Frank". Este periplo les permitirá descubrir cosas inquietantes, hará que sepan que a pesar de ser jóvenes, tienen muchas cosas que contar.

En parte del film, el maestro se enfrenta a los estudiantes, no se queda callado, tal vez se equivoque en algunas frases, en intenciones más que en deseos. Los alumnos le contestan, cada cual con un lenguaje propio, con chistes extraños, nuevos. Las chicas y los chicos, sienten una libertad que los conduce a decir lo que les parece el maestro y su forma de enseñar, sobre como exagera tal o cual cosa. Él les escucha y al mismo tiempo se encuentra con que a cada paso la palabra libertad puede cambiar de significado, de esencia. Un día puede ser igualdad y otro algo más, tal vez solidaridad y otro creatividad. A cada paso aquel ideal cambia de ropaje, siendo una mañana para el sol y otra para la lluvia. En un momento del film se nota esa libertad, cuando todo el mundo, profesores y alumnos juegan en medio de el patio de la escuela, como iguales, como si fueran amigos de barrio.
El trailer del Film se puede ver en: http://www.youtube.com/watch?v=LsmH01O8aaY