Radio Clásica

El Club de lectura leo luego existo

El Club de lectura leo luego existo
Un sabado de aventuras en el Cusco. Foto de ¡Eps!
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jueves, 31 de julio de 2008

Doron Benatar y el libro de los nombres muertos



Dorón Benatar es un tipo curioso, se convirtió en detective privado titulado siendo doctor en filosofía pero cansado de hacer suplencias en colegios ricos con alumnos solo preocupados por su pelo, su ropa y su móvil. Sus casos son intrascendentes hasta que se ve metido en la recuperación de un ejemplar único de la versión toledana del Necronomicón del siglo XVII robado a la familia Toledano. Inmerso en la investigación del robo, se verá envuelto en una espiral de intereses de sectas, sociedades secretas y bandas callejeras dispuestas a todo por obtener la posesión del libro. Pero no solamente la trama de la historia es atrayente, el personaje es si mismo y el entorno en el que se recrea la acción también forman parte del atractivo del libro porque en el describe Madrid y ¡De qué forma!

martes, 22 de julio de 2008

El Enigma de París


Sigmundo Salvatrio tiene que viajar a un París extraño. Al llegar descubre y conoce a un conjunto de personas, muy curiosas. Craig, su maestro, le da como arma un pequeño bastón. A partir de ese momento Sigmundo tendrá que liar con problemas y sucesos inesperados.
Darbon cae desde el segundo nivel de la torre Eiffel y se desgañita en el suelo. Tras una paciente investigación se llega a saber que lo ocurrido es por una trampa, aunque es un enigma el nombre del asesino y también algunas de las razones del crimen.
Los detectives, que son casi doce o tal vez son doce, hablan de muchos crímenes, como aquel que solo se produce por las palabras escritas o comentadas, o aquel otro de un hombre que mata a un amigo, nada menos que con una pista falsa que luego de unos días conduce a su amigo a un libro envenenado.
Es sorprendente la serie de asesinatos que se suceden, uno tras otro y como los detectives empiezan a resolver los casos. En un momento ellos ven las estrellas y olvidan el desnivel que está a unos pasos. Una interesante historia, en la que los investigadores trataran de descubrir quien es el causante de los misterios y enigmas.

lunes, 14 de julio de 2008

La mujer de la Luna (Fragmento)


Era una mañana tibia, los campos rebosaban de un verdor casi inusual. Un ave volaba gracilmente, simulando ser un punto más de la lejanía, confundido con los otros que nos muestra la naturaleza; el caserío era pequeño, una iglesia y una placita con un toro de piedra en medio lo conformaban, como quien va conociendo el propio cuerpo en un espejo de agua, se podía conocer también el pueblo; a las afueras había una granja, encima de la montaña que recibía y recibe a los paseantes, muy cerca del manante de Quilcopari, un lugar arracimado a un árbol de manzanos, ahí, los perros ladraban a un hombre ya mayor. Una mujer se avalanzaba junto a su sombra, siempre inquieta, a un costado de un arroyo pequeño; la casa era de dos pisos, un poco vieja, pero acogedora. En la entrada un pequeño jardín de tulipanes invitaba a entrar a la gente. Se notaba el vuelo de algunos insectos en medio del patio, el aroma del campo también era fresco y jugueton, como la sombra que se movía. De pronto Se escuchó un grito.
- ¡Ana! Qué estás haciendo…
- Observaba las aves del corral – repuso la joven, con algo de aplomo, pero también un poco incomoda.
- No estés ahí sin hacer nada, ve a la cocina y prepara la comida, hoy llegara tú padre trayendo buenas noticias. Vamos apura apura...
La joven se dirigió muy presurosa a su habitación. Estaba tan concentrada en la cena que olvido las palabras que dijo su madre, o por lo menos dio esa impresión, por como ponía su rostro y sus ojos.
- que bueno, ahora qué cocino – repuso a media voz, mientras una cacerola se caía en el suelo.
- Lo de ayer – agrego la abuela, una mujer sabía y entrada en años.
- ¡Eres tú! pensé que era mi padre, y eso que no he cocinado la cena. Es tarde además.
- No te pongas así. Te pareces a una amiga que tuve, no hace mucho, bueno pudo ser ayer, pero la verdad es que pasaran muchos años ya de eso, y es que para mí es como si hubiera sido tan solo ayer. Ella – dijo la abuela -, ella era como tú, no tanto por el rostro, pero tenía algo de pena en los ojos, a pesar de ser tan lindos…
- Me estas distrayendo. Es mejor que me ponga a cocinar.
La comida estaba siendo preparada con algunos menjunjes, en el final de la cocina; en un rincón embetunado, estaba escondido uno de sus hermanos, esperando el menor descuido para engullir algo del sabroso potaje, todo rebosada de un delicioso sabor. Las arcadas de la vieja casa, de pronto, eran acompañadas de ruido y algo de bulla, alguien había llegado.
Ana observo por el visillo de la puerta y pudo ver que su padre estaba en la habitación contigua, aunque no podía ver todo; sobre todo el lugar en donde se encontraba el otro visitante.
- Ana – gritó otra vez su madre –, ya es hora de servir la comida.
- En un momento – repuso la joven que estaba muy cerca de su abuela, quien presintiendo lo que ocurría empezaba a esbozar una sonrisa, tenue, apenas perceptible para Ana.

jueves, 3 de julio de 2008

El club de lectura

El club de lectura en un paseo especial.
El club de la buena comida
De seguro han escuchado sobre el club de la buena estrella o el club de la pelea, también sobre el club de lectura "leo luego existo", pero actualmente está en boga la creación de un nuevo tipo de clubs, que son algo así como la suma de todos los otros; en donde podemos encontrar a personas que tienen una doble forma de ver las cosas, los hay en los que juegan para tener más dinero o recordar algo, y si a esto le agregamos el reunirnos para comer, podemos encontrar al club de la comida, o de la buena comida, un innovador y moderno grupo de amigos y rivales, de personas que se enamoran de una joven que vive en un libro y que por ella lo darían todo, claro, menos su comida, ya que es algo así como un placer supremo, amen de todos los placeres. Las tardes o mañanas en que se encuentran los amigos en el club de lectura, perdón, en el club de la comida, no solo se habla de literatura, sino que sin quererlo se empieza a ver como es que es la vida, con las contradicciones propias de cada día y cada palabra. Se aprenden muchas cosas, se conocen a nuevos amigos, se escuchan increíbles historias, se aprenden muchas cosas de personas realmente interesantes, también nacen nuevos amores, algunos secretos, algunos misteriosos y soslayados como la voz de los amantes que se encuentran a oscuras en medio de tantas cosas. Claro, también se come rico y sano.
Ellos son los integrantes del club que fueron al paseo. La foto fue hecha luego de haber pasado un día increíble.
Fotos:
¡EsEpEqUeÑoSaLvAjE! , Lauria Romero y Marco “Panasonic” Vega