Es interesante escribir, pero también lo es el soñar mientras uno escribe esto o lo otro, no pretendo molestar a nadie. Puede que estés tranquilo, espero que sea así y que te encuentres bien mientras lees esto, mientras lo miras y al mismo tiempo me miras dentro de la historia y del relato. Deseo contarte algo, puede que no sea cierto, puede que sí lo sea y entre tanto me pongo a pensar en lo que voy a escribir otro día, un engaño posiblemente, es probable, tal vez no, pero es que esa es una de los formas de la escritura, de la que sé, aunque han de haber muchas más y lo que es curioso es que este escribiendo como si hubiera leído un libro hecho por un escritor Turco pero traducido al español y por lo tanto traído desde España, con su correspondiente viaje por todo el océano; y es que lo he hecho.
La semana pasada leí me llamo Rojo de Pamuk y como ya sabrás, es una de las historias que escribí hace unos días, no precisamente la novela pero sí algo de ella. No se si el amigo del que les conté es real, ni siquiera si la playa aquella mañana estaba así, como en la historia y si incluso ella estaba con sol o nublada, pero es que la recuerdo de esa manera, no por el viento y las hojas o por mi amigo, aunque un poco por él, sino por Pamuk. Es creo una de las características de su temperamento, el estar acompañado mientras escribe, una compañía solitaria por otro lado, ya que se encuentra solo en el momento en que escribe, para que luego otras personas lo acompañen en su aventura.
El disfrute que uno tiene a la hora de escribir no tiene explicación, muchas cosas no la tienen, no es necesario buscar en los anaqueles de la sabiduría toda lo que significa el estar acompañado o lo que es el amor (aunque es interesante esa busqueda), pero también es interesante disfrutar de la compañía y estar enamorado, no digo plenamente, aunque esto sería preferible, pongamos que solo enamorado y acompañado por otras personas, por lo menos en este momento. Y es que escribir es como crear nuevos amigos, o verlos desde otra forma. A un amigo lo puedes escribir, en una historia, como una persona astuta, siendo él muy tranquilo y a otro como a un ladrón siendo un policía, y es que eso debe de ser parte de la historia, parte de lo que uno disfruta al momento de escribir, de crear, de hablarte en este momento, aunque luego ya no estemos; aunque después visitemos otras regiones del cuerpo y de la palabra, estarán ellos y te acompañaran en tu próxima aventura y si la lees diviertete y si no por lo menos cuentala a un amigo, para que el que la escuche se pregunte: "esa historia ya la escuche en algún lugar, pero aún así me sigue pareciendo increible"... Sin saber dónde e incluso cual fue el momento preciso en que ocurrió esa aventura. Así que un saludo desde casa, nos vemos.
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