Es sin duda una obra llena de matices, situaciones curiosas. El título hace referencia a una batalla, pero las palabras son las que pronuncia un personaje de Shakespeare, en su obra Ricardo III, como bien lo anota Marías al final del libro, es por eso una novela de dilemas humanos, de vidas que se encuentran por casualidad y que a partir de un momento seguirán unidas para casi siempre.
El protagonista es Víctor Francés, un hombre divorciado, gionista de cine y negro literario que se introduce en la vida de una joven mujer que ha muerto en su presencia, en un incidente por demás extraño y tumultuoso, mientras ambos comenzaban a conversar y a hacer otras cositas en la casa de la bella joven. Ella es Marta Téllez, a quien su esposo, Dean, la esperaba pero en Londres, mientras él, entre tanto estaba ocupado en otro problema, tal vez igual de grave.
La consciencia, la culpa y el amor se mezclan en esta obra donde el monólogo del protagonista con su consciencia, la culpa y las dudas lo acompañan durante gran parte de la historia. Es una bella novela de dudas, la duda de saber sí hubiera sido bueno llamar a alguien para que avise a los médicos de lo ocurrido, la duda de saber si Marta, desde dónde estuviera, podría al fin descansar tranquila. "Es una bella novela, que gusta bastante".