Era un tipo rudo, de esos que no vienen con segundas. Tenía los ojos llenos de unas ojeras curiosas y desbordantes. Los párpados cansados. Jorge Sansuin, nombre artístico de Pablo Meneguti, natural de la ciudad de las Orquídeas, ciudad portuaria del sur de Martinica, estaba preocupado desde muy niño de hacer un truco, un truco maestro. Desaparecerse a sí mismo. Esto se le había ocurrido al ver a Houdini encerrado en un estanque de agua. Claro que su truco no tenía nada que ver con el de Houdini, pero se le había ocurrido, mientras pintaba en la pared unas palabras y recordaba el truco de Harry en unos dibujos. Eso ya hace algún tiempo. Ahora estaba en una habitación, en la noche, solo, tratando de saber como podría desaparecer. Entonces, como sin proponérselo, tomó de una pequeña mesa el libro de la magia de Alberoni Lasari, hijo de italianos, y que en 1180 se fue a vivir al lugar que está bañado por dos grandes ríos. Él era un hombre secreto y conocido por pocos que admitió haber logrado ese truco. Era un libro mágico de la antigüedad, tal vez del año 1200 de nuestra época, un libro ateo y profano...
El Club de lectura leo luego existo
jueves, 23 de abril de 2009
Pablo Meneguti, el mago
Era un tipo rudo, de esos que no vienen con segundas. Tenía los ojos llenos de unas ojeras curiosas y desbordantes. Los párpados cansados. Jorge Sansuin, nombre artístico de Pablo Meneguti, natural de la ciudad de las Orquídeas, ciudad portuaria del sur de Martinica, estaba preocupado desde muy niño de hacer un truco, un truco maestro. Desaparecerse a sí mismo. Esto se le había ocurrido al ver a Houdini encerrado en un estanque de agua. Claro que su truco no tenía nada que ver con el de Houdini, pero se le había ocurrido, mientras pintaba en la pared unas palabras y recordaba el truco de Harry en unos dibujos. Eso ya hace algún tiempo. Ahora estaba en una habitación, en la noche, solo, tratando de saber como podría desaparecer. Entonces, como sin proponérselo, tomó de una pequeña mesa el libro de la magia de Alberoni Lasari, hijo de italianos, y que en 1180 se fue a vivir al lugar que está bañado por dos grandes ríos. Él era un hombre secreto y conocido por pocos que admitió haber logrado ese truco. Era un libro mágico de la antigüedad, tal vez del año 1200 de nuestra época, un libro ateo y profano...
martes, 14 de abril de 2009
Enrique Vila-Matas
2000 BARTLEBY Y COMPAÑÍA
Contrariamente a lo que se cree, no hablo exactamente en este libro de escritores que dejaron de escribir sino de personas que viven y luego dejan de hacerlo.
Enrique Vila-Matas
El cine, la pasión por los problemas de los escritores, son algunos de los aspectos que se pueden resaltar de Vila-Matas. Mientras escucho una canción de Cold Play, un libro de Vila-Matas se me presenta, está frente mío y es como si no lo hubiera leído, aunque haya apuntado algunas cosas en un cuaderno, no es que no me guste, sino que a veces como que tenemos un carácter diferente. Mientras me siento a leer el libro él me observa, ríe y se queda en silencio. Me habla de una película de Godard, le digo que no la vi, que cuando podemos ir a verla, cuando quieras responde. En el libro que leo hay algunas personas, escritores que dejan de escribir. Matas nos recuerda a un personaje de Herman Melville, a los hombres que escriben y dejan de hacerlo, algo así le pasa a Paul Auster cuando recuerda en el Libro de las ilusiones a Hector Mann, un actor que no quería ser conocido, y que de alguna manera hace recordar a Rulfo, sobre todo porque el personaje se va a vivir a México para estar tranquilo, y es ahí, como si ellos estuvieran juntos, en donde empezaran a hacerle frente a la creación, a hacer mucho con algunas palabras, a crear mundos nuevos. Al poner algo de atención veo en la mesa un par de libros, y a tres personas en rededor, uno de ellos muestra unas fotos, otro habla de los juegos de niños, uno de ellos conversa rápido, otro pareciese que estuviese sosteniendo algo, es la belleza dice Matas. Sera acaso la vanidad lo que hace que ellos escriban poco, pudiendo hacer todo lo contrario o será más bien un carácter distinto, una forma de ver, como Borges, la literatura y la vida en una esencia diferente. El silencio es importante y lo que el transmite. Muchos escritores se quedan en silencio un tiempo, Pynchon, otros un largo tiempo, Rulfo, algunos hablan entre juegos, Salinger, pero sus historias siempre nos cautivan. Esta manera de hablar qué significará, un cuidado en la forma y la historia o una platica en la tarde. Enrique Vila-Matas dice que no es eso y tampoco lo otro, sonríe. Se levanta mientras cierro el libro y voy a apagar las luces. Se escucha solo un silencio, pero también el sonido de la puerta y el viento que hace que las hojas del libro se sigan moviendo. Sigues ahí, dice. ¿Qué? Si estas viviendo. Claro, mira, ya es tarde, mejor hay que ir a pasear, incluso podemos ver una película o cocinar algo, además tú te vas mañana. Sí, pero recuerda que cualquiera de estos días regreso.
lunes, 13 de abril de 2009
Entrevista a Max Palacios
Una interesante entrevista realizada por letra 5 a Max Palacios sobre diversos temas, sus gustos literarios, entre otros . Aquí parte de ella.
Max Palacios:"Me interesa contar una historia, una historia que subyugue al lector"
Por Gabriel Ruiz-Ortega
Max Palacios:"Me interesa contar una historia, una historia que subyugue al lector"
Por Gabriel Ruiz-Ortega
Con una persistencia encomiable el narrador Max Palacios (Chiclayo, 1972), ha entregado a la memoria de los lectores la novela Con el diablo dentro y los libros de cuentos: Amores bizarros y La culpa la tiene Nabokov. Muy fiel a su estilo, Max nos habla de su trajinar por tantos años en la literatura, de sus influencias y sus perspectivas.
- Te iniciaste en la novela y luego te pasaste a un género difícil como es el cuento. Como escritor, ¿qué te dejó la experiencia de escribir una novela?, ¿cómo ves a Con el diablo adentro a muchos años de ser publicada?
- Yo publiqué Con el diablo dentro en el año 2001 y con esa novela se cerró el ciclo de la narrativa juvenil urbano-marginal, una narrativa que vista a la distancia tuvo muchos desaciertos formales, pero que a nivel vivencial permitió canalizar los deseos y frustraciones de una juventud marcada por el nihilismo, la desorientación y la desideologización. Desde Al final de la calle de Oscar Malca hasta la novela en mención hubo toda una serie de publicaciones que recreaban este mundo juvenil urbano y que se constituyó en portavoz de cierto sector de la juventud limeña, una juventud que creció rodeada de la violencia, el racismo, la música subterránea, el alcohol y las drogas y que se vio reflejada a través de esta literatura. Posteriormente publiqué el libro Amores bizarros, que reúne una serie de cuentos que intentan recrear algunas historias de amores retorcidos con personajes obsesionados y perturbados. Debo confesar que a partir de ese momento descubrí que el cuento es el género en el cual me siento más a gusto y que, a pesar de que su composición es más ardua que la novela, es un género que me permite explorar diferentes universos y registros en forma breve y fluida.
- Me gustó mucho la portada de tu primera novela: The sex pistols en estado puro. Siempre me he preguntado por la decisión de tus editores de colocar una portada así. ¿Va en relación con lo que está escrito en tu novela o fue puro efectismo comercial?
- He tenido la suerte de ser yo mismo el que elijo la portada de mis libros, ¿quién mejor que el autor para poder diseñar lo que se busca trasmitir al público lector en su obra? En esa primera novela, con la foto de los Sex pistols lo que buscaba era rendir un homenaje a esa generación que había crecido con la música de los ochentas en todos sus géneros: el punk, el dark, el new wave. La música de aquella época es uno de mis mayores referentes creativos; es más, el mismo título de la novela Con el diablo dentro hace alusión a una canción de INXS, Devil in side; por otro lado, el título de mi siguiente libro, Amores bizarros, también hace referencia a una canción de New order, Bizarre love triangle. Como puedes apreciar, la presencia de la música en mis libros es fundamental, funciona como una banda sonora en cada cuento que he escrito o en la novela inicial. No podría concebir un libro sin una banda sonora que lo acompañe, para mí la música es tan importante como el texto que acompaña a la obra, un diálogo entre la música y la narración.
La entrevista completa la puedes encontrar en: http://www.letras.s5.com/mp160606.htm
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